La princesa que se rescata sola
Si mi vida fuese un Cuento de Hadas me hubiese podrido durmiendo después de haber mordido la manzana, porque los caballeros andan demasiado vagos para venirme a rescatar. "¿Vestirme para salir a rescatarla? ¡Jamás!"
Las mujeres nos hemos independizado de manera tal que ya no dependemos económicamente de ningún hombre. ¿Traducción? Ya no tenemos que suplicar por aquello que por derecho nos merecemos. ¡Bravo!
Ahora, ¿hasta qué punto esa independencia ha sido mal interpretada por el género masculino?
Me explico. ¡Los hombres están bien echa’os pa’ atrás! Últimamente he notado una actitud de desgano en los XY. No veo que hagan ningún esfuerzo. No hay gestos que den indicio de aprecio. No quieren pasar trabajo. Por pasar trabajo me refiero a hablarnos, llamarnos, buscarnos. Todas esas cosas 'tan difíciles'.
Es como si estuviesen esperando que se inventaran un app para conquistarnos.
El que yo sea una profesional, trabaje, me compre mis cosas, no quiere decir que no me merezco que me agraden. ¿O es que me están castigando por no jugar a la damisela en apuros?
De mí se requiere que sea una profesional, madre, esposa, ama de casa y que haga todo esto maquillada, en tacos de cuatro pulgadas. Mientras tanto, de ellos se espera el mínimo y ni eso dan. Al parecer, le cogieron miedo al bulto.
Miren, o sea, no se trata de doblegarse, pero la cortesía es una cualidad bien atractiva y lo contrario es… eso mismo, ¡lo contrario!
¡Yo no quiero que me rescaten, yo quiero que me respeten!
Somos iguales, pero no somos iguales. Como me dijo una amiga en estos días: "Para mi igualdad es que puedo ir a votar el mismo día que ellos, pero nuestras anatomías dicen que somos diferentes y punto". Esto de que hemos logrado que a los hombres y a las mujeres se nos trate igual es mentira. De nosotras se espera todo y más.
Por lo que veo me voy a tener que tirar de la torre, matar al dragón, buscar al príncipe y suplicarle un beso.
Las diferencias de género continúan, solamente las disfrazan...
ResponderBorrar