Mentiras en el Siglo XXI
Mi hermano siempre me ha
tildado de pesimista y por mucho tiempo pensé que lo era, pero me he dado cuenta que en en
cosas como: “¿Para qué voy a prepararme para un terremoto, si quién dice que lo
voy a sobrevivir?”
Sin embargo, cuando de gente se trata soy demasiado optimista. Es más, rayo en ingenua.
Sin embargo, cuando de gente se trata soy demasiado optimista. Es más, rayo en ingenua.
Cualquiera diría que después de las
horas que paso viendo Investigation
Discovery hubiese aprendido algo acerca de la naturaleza deshonesta de
los seres humanos, pero definitivamente nadie aprende por cabeza ajena.
Lo que sí he aprendido
es que en la era de la tecnología y de las redes sociales, no hay mentira que
valga, ni secreto que no se sepa; especialmente si nos encargamos de delatarnos
a nosotros mismos, y, aún así, todavía existen brutos que creen que se pueden
salir con la suya.
Si no quieren que algo
se sepa, ¡No Lo Pongan en Facebook! (Ni en Twitter,
ni en Instagram, ni en YouTube, ni en LinkedIn). O si lo ponen, este…
Tú sabes, existe algo que se
llama privacy settings, donde pueden intentar
controlar lo que otros ven. Pero ojo,
que Facebook trastea con eso a cada rato y hay que estar pendiente, porque lo que
un día era friends only, hoy puede que sea public.
A menos que la intención
desde un principio sea utilizar el medio para hacer llegar el mensaje sin dar cara. Ya saben, como cuando las personas ponen los
típicos mensajes de “estoy mejor sin ti” para hacerse los más cool ante de los ex, pero que en verdad
los hacen ver despechados.
O como cuando alguien se
toma la molestia de bloquearte en WhatsApp el 15 de febrero, después de pichar
en San Valentín, para que creas que perdió el teléfono y así ahorrarse el mal rato
de decirte que volvió con la Ex, peeero el 13 de febrero publicó en Facebook que está in a Relationship y se le
olvidó (bruto) o no (cabrón) que el privacy
setting estaba en public.
De por sí, mentir es dificil, más en esta aldea donde todos nos conocemos de un modo u otro, y si a eso le suman el que todos por voluntad propia nos hemos expuesto en las redes sociales, es prácticamente imposible. Aún cuando no tengas página de Facebook quedas retrata'o en el background de la foto de cualquiera. Ya nadie se salva. Todo se sabe, intencional o no.
¿Solución? ¡No mientan!
Y si no se saben comportar, al menos tengan la decencia de alejarse de la computadora.
Nunca ha existido el crimen perfecto, pero mucho menos en el siglo XXI.
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