The Nightmare Before Christmas

Así terminó mi árbol de Navidad a 36 horas de haberlo comprado.


No se preocupen, no lo botaron, lo adoptaron en un hogar en el que le van a dar mucho más amor del que yo le pude dar.

Por 10 años (a pesar de las críticas e insistencias de muchos) pusimos árbol de Navidad artificial.  Los 15 años anteriores a esos el árbol siempre fue de verdad, se compraba, se montaba y fin, pero un año se nos hizo tarde y se acabaron los de verdad, así que compramos uno artificial, el cual nos ha sido fiel hasta el día de hoy.

Todos estos años nos hemos reafirmado en el uso de nuestro arbolito artificial, más aún en la medida en que íbamos aprendiendo del daño que le hace a la naturaleza el sembrar estos árboles con el único propósito de picarlos, venderlos, decorarlos y verlos morir.

Pero este año (por alguna extraña razón) en mi casa nos emocionamos, echamos al lado nuestras convicciones y nos dio con comprar un árbol de verdad.  Karma is a bitch.

Hora cero:

Mami y yo fuimos a Costco.  ¡Ganga!  Árboles de todos los tamaños por $35.  Llegamos a casa, lo bajamos y pasó la noche recostado en la marquesina esperando por un hombre fuerte que nos ayudara a montarlo.

12 horas después:

Llega el hombre fuerte, aka mi hermano.  Está Margarita en casa limpiando y se da a la tarea de ayudarnos a ponerlo en la base.  Poco después, estoy yo en cuatro ajustando los tornillos de la base mientras Margarita va barriendo las hojas y en cámara lenta el árbol nos cae encima a las dos.  Volvemos y lo acomodamos.


13 horas (y unos cuantos moretones) después:
Llega mi mamá, se pone a hacer almuerzo, yo subo a seguir trabajando y escucho: “¡Marlene, se cayó el árbol!”.  Esta vez la base ya tenía agua así que el reguero fue épico.



Mi santa madre sale a Home Depot a cambiar la base por una más grande.  Yo me visto de paciencia, mapeo y barro en el charco, y sigo mapeando.  Me doy a la tarea de cuadrar el tronco…  (Yo sé usar herramientas, ¿qué ustedes se creen?)



24 horas después:
Ya a estas alturas así me veo, tengo las rodillas peladas, las manos adoloridas y estoy llena de savia hasta el… 


Se cambia la base.  El árbol queda virado.  Estoy intentando ver televisión, pero el OCD no me permite seguir viendo el árbol virado.  “Mañana brego con eso”.

36 horas después:

Mi madre, mi hermano y yo nos damos a la tarea de enderezar el árbol para que no vuelva a caerse.  Pero, ¿saben qué?, no importaba cómo lo pusiéramos, cómo lo atornilláramos, qué le hiciéramos, el dichoso árbol no encontraba el balance.

Lo pensé bien, me vi adornándolo y el árbol en el piso...

¡¡¡Pa’l carajo el árbol!!!

En cuestión de segundos, prácticamente lo arranqué de la base y lo puse al lado de los zafacones de  mi casa con to’ y base nueva.

Estaban recogiendo la basura y uno de los empleados me dice: "¿En esta casa se acabó la Navidad?"  Le cuento mi odisea y el pobre intentó convencerme de que me quedara con él, me explicó cómo hacer para que no se cayera, pero ya era muy tarde, la ruptura era irreparable.  Se lo regalé.  Espero que haya encontrado mejor suerte en otro hogar. 
Aún así me dio pena con el árbol, como cuando finalmente sales de un mal novio y cuando ves que se lo lleva otra te da 'cosita' a pesar de que ya tú no lo quieres. 

Me tomó 24 horas más superar el suceso y anoche monté mi fiel arbolito artificial y con él recuperé el espíritu Navideño.

Si quiero olor a pino en la casa, me compro una vela.


 

Comentarios

Posts Más Populares