Padres en el Siglo XXI


A la verdad que ser padre en esta época de redes sociales no debe ser fácil.  No tan sólo hay que cuidar de un niño, sino que hay que demostrarle a los demás que lo estás haciendo a la perfección.

Ahora con tanto artículo de cómo hacer o no hacer las cosas, siento que los padres necesitan reafirmarse en que lo están haciendo bien más que nunca y utilizan los medios para satisfacer esa necesidad.

Newsflash!  ¡Están fuera de control!

Lo que yo veo no es amor ni dedicación, lo que percibo es un egocentrismo insoportable. 
 
Comparten artículos con el comment: “¡Yo hago esto!”, para demostrar que lo están haciendo bien o “taguean” al esposo y les escriben: “¿Ves por qué dejo que fulanito haga tal cosa?”   O sea, ¿por qué no se lo dicen a sus esposos cuando los vean?  Es más, hasta en un mensaje privado.
 
Lo que sucede es que no es al esposo al que se lo quieren decir, es al resto de las personas que los leen, para demostrar su habilidad como padres y (bonus!) que tienen buena comunicación con sus parejas.

Por ejemplo, una de mis amistades de Facebook tenía un countdown para el nacimiento de su bebé prácticamente desde el momento de la concepción.  Nace el bebé y no pone ni una sola foto en más de una semana.  Obviamente, sus demás amigas y yo llegamos a mil conclusiones acerca de qué podría estar sucediendo, pero no fue por maldad, fue por culpa de ella misma, por exponerse y crear una expectativa.

No solamente te estás exponiendo tú, sino que estás exponiendo a tu hijo a las críticas de los demás sin siquiera haber nacido, y, por ende, predisponiéndolo al fracaso.  Tanto alarde de “perfección” crea resentimiento y, lamentablemente, el ser humano se alimenta del fracaso de los demás, y van a estar esperando por el momento en que esa “perfección” cese para burlarse.

Disfruten de sus hijos, de su crecimiento, qué le importa a los demás si lacta, si habla, si camina, si siempre lo tienes descalzo (porque aparentemente los bebés descalzos son más inteligentes) o no.

Y ni me hagan empezar con el tema de la lactancia.  Se pasan compartiendo artículos que prueban que los bebés que son lactados salen mejor, haciendo sentir mal a toda madre que no puede o quiere lactar.  Y no me digan que es porque quieren compartir ese conocimiento.  Bla, bla, bla.  La entrelínea es, madre que se sacrifica y lacta es mejor madre que la que no.  Shame on you por convertir algo tan personal en otro punto en la escala de “cómo ser buenos padres”.

Como están las cosas, cuando sean adolescentes no van ni a querer que tengan cuenta de Facebook.  Pónganse en el lugar de ellos, crecer, con las presiones que eso implica, pasar por las etapas feas de la pubertad, todo frente a una cámara.
 
Esa misma presión que ustedes (al parecer) sienten en estos momentos de demostrarle al mundo que triunfan en todos los aspectos de su vida, se las están imponiendo a sus chiquitos desde ya.  Así que, qué tal si los comienzan a proteger desde ahora.  Suficiente con las opiniones de la familia y los amigos, como para añadirle la de 400 extraños.
 
¿Saben cómo nuestros padres se reafirmaban en que estaban haciendo un buen trabajo?  Con el resultado que les dábamos.  Se disfrutaban cada segundo sin preocuparse por lo que pensara un grupo de personas que, para empezar, no son importantes.  No se trataba de tomar la mejor foto, se trataba capturar el momento.
 
 

Comentarios

Posts Más Populares