Roto

Él era feliz.

Vivía en una especie de orfanato, donde los días eran plácidos,
libres de preocupaciones y miedos.

Latía, comía, dormía, jugaba con otros.

Era una existencia simple.

Un día lo fueron a visitar y este visitante era especial.

Lo fue a visitar un día y el próximo,
y lo siguió visitando hasta que un día lo adoptó.


Al llevárselo, le advirtió que no creciera mucho,
pero crecer era inevitable.


Se dio cuenta de que antes de este momento
solamente creía que era feliz.

Supo lo que era latir aceleradamente
y dormir en una cama caliente.
Conoció personas nuevas
y visitó lugares nunca antes vistos.


Hasta que un día su adoptante le dijo
que había crecido demasiado
y lo dejó ir.


Él no sabía qué hacer. 

No podía volver a donde empezó,
ya no pertenecía. 

Lo que antes lo hacía feliz ya no era suficiente.

No se reconocía.

Así que se fue, se perdió.


Quizás algún día recupere sus partes más importantes,
aquellas que lo hacían él.

Quizás no.

Algunas heridas han ido cicatrizando,
otras todavía las cura.

Va por ahí.

Va roto.

Un corazón.


Comentarios

Posts Más Populares