Tu diversión, es su peor pesadilla

Voy a cerrar el año hablando de mi tema favorito, ¡los perritos!

Este año, como todos, continúa la campaña de no tiros al aire.  Para mí es obvio que si me dicen que algo es malo, que no lo haga, pues, no lo hago y punto.  No sé cuál es el chip que tienen algunas personas en el cerebro que les dice que hagan lo contrario a lo que está bien.  Alguna satisfacción extraña les debe dar desafiar el sentido común.  Pero eso es tema aparte.

Por primera vez noté que no sólo se está haciendo campaña contra tiros al aire, sino contra la pirotecnia excesiva y el daño que les hace a los animales. 

Todos los años un sin número de perritos terminan perdidos y/o muertos como causa del terror y la ansiedad que les provoca el ruido de las explosiones de petardos, fuegos artificiales, etcétera.  Se asustan muchísimo con el escándalo.

Ya que no tenemos control sobre las acciones de los demás, tenemos que tomar medidas para que los nuestros estén bien protegidos.

Si los vas a dejar solos en la casa, NO LOS AMARREN.  ¿Por qué?  Porque con toda probabilidad los van a encontrar ahorcados.  El perro en su desesperación va a tratar de zafarse y se va a lastimar, o, peor aún, se va a matar.

Si lo dejas en un patio, asegúrate que no tenga por donde salirse o trepar, porque, créanme, en el furor ellos sacan fuerzas de donde no las tienen, rompen, trepan y se escapan.  Después están desorientados por el ruido, se tiran a la calle, los atropellan, o nunca encuentran el camino de vuelta.

Si se quieren evitar empezar el año nuevo con lágrimas, antes de irse a festejar, encárguense de  hacer su parte por sus mascotas.

Lo mejor es dejarlos en un espacio cerrado, donde se sientan protegidos.  Si es más de uno, preferiblemente en lugares distintos, no vaya a ser que uno se ponga agresivo con el otro y encuentren una tragedia mayor.  Los pueden dejar en un baño o en un cuarto.  Lo importante es asegurarse de no dejar nada que puedan romper o tragarse.  Enrollen las cortinas, saquen las toallas, saquen el papel de inodoro, vacíen el zafacón, eliminen las alfombras y escondan todo lo que se pueda romper o comer.  Porque si después hace escante, ¡no lo van a castigar!  Y estén listos para que orinen y defequen porque lo van a hacer.

Ésta es la noche para quererlos mucho, protegerlos y dejarles pasar accidentes, porque ellos no tienen la culpa.

Hay que hacer campaña y regar la voz.  Si fastidias con la cantaleta, pues, fastidia, pero tenemos que aconsejar a nuestras amistades y hasta a los que no conocemos tan bien.  Si eres verdadero amante de los animales, tienes que hacer tu parte.

Hagamos un pacto de silencio.