“La mona aunque se vista de seda, mona se queda”

En este mundo en que las apariencias parecen serlo todo, es triste ver como las personas se valoran en base a lo que tienen.  No es tener un hogar, es tener una casa grande, no es tener en qué moverte, es tener tal más cual carro, no es tener qué ponerte, es vestirte de tal marca.  Lo triste no es únicamente que valoren a los demás en base a esto, es que utilizan los mismos estándares para valorarse a sí mismos.

La avaricia es la causa de un sin número de crímenes, divorcios y suicidios.  Las personas viven para adquirir y se les olvida disfrutar el ahora.  Se lamentan porque no tienen tal cartera e ignoran que tienen salud.  Sacan de donde no tienen para darles cosas a sus hijos y no se los disfrutan, porque más importante es demostrarle a los demás que tenemos poder de adquisición.  Aunque trabajemos más horas, aunque pasemos menos tiempo con nuestras parejas y familias, aunque no podamos dormir pensando en las cuentas a pagar.

¿Quién quiere vivir así?  Esto es conducta social aprendida.  En esta sociedad nuestro valor como personas se define por lo que tenemos y no por quienes somos.  Podemos ser mal educados, arrogantes, ignorantes y se acepta siempre y cuando tengas tal más cual cosa.  De acuerdo al círculo en que nos movamos usualmente es a lo que vamos a aspirar, pero de verdad que hay que ser bien ciego o bien egoísta para no darse cuenta de que en contraste con todo lo que sucede en el mundo, éstas cosas son de muy poca importancia.

Si les gusta, lo quieren comprar y pueden, háganlo.  “A quien Dios se lo dio, San Pedro se lo bendiga”.  Mi crítica es cuando el adquirir ciertos bienes se convierte en el centro focal de nuestras vidas y en motivo de sacrificio de otras cosas mucho más importantes.

"En la vida hay 3 cosas que definitivamente no se pueden comprar:

educación, clase y estilo" - @DeboConfesarQue

La realidad es que las marcas no dan la clase.  Tanto que hablan de los “cafres”, pero, qué mucha gente “cafre” hay por ahí escondiéndose detrás de relojes grandes y carteras Louis Vuitton.  Lamento informarles que los buenos modales no vienen en la bolsita junto con lo que compraron.  Esas cosas vienen de adentro.  La autoestima irradia no importa lo que lleves puesto.  Es bien fácil adquirir si se tienen los medios, pero la decencia no se compra en ninguna parte.

La gente no es tonta, la gente puede ver a través de las fachadas.  Lo que sucede es que algunos escogen ignorarlo y se aprovechan de los más débiles.  Ojo con la envidia.

Yo sé reconocer lo que es lindo, lo que es feo, para los gustos los colores.  Hay marcas cuya calidad es definitivamente mejor que otras cosas que te salen más baratas, pero no me muero por tenerlas, y si las adquiero es porque a mí me gustan, no porque me dicen que las tengo que tener.  Es más, hay un chorro de cosas “de marca” que son feísimas, pero como lo diseñó alguien “importante” igual lo compran.




Hermès Birkin bag

 

¿Qué me dicen de las famosas Housewives?  ¡Claro que las veo y ustedes también!  Me dan muchísima risa, son la definición perfecta de un guilty pleasure.  Tienen las carteras Hermès de $15,000, sus zapatos de $700.00 Christian Louboutin con su suela roja (espectacular) y sus mansiones.  ¿Les da la felicidad?  No.  Lloran igual, se divorcian igual, les son infieles igual y a cada rato alguna se declara en quiebra.  Es más, en algunos casos el estilo de vida lo tienen porque son las amantes de algún hombre casado que las mantiene.  ¡Qué joyitas!




¿Conclusión?  Puedes tener el cuerpo más espectacular, la ropa y accesorios más caros, y como quiera ser considerado un inepto.  Las personas que te rodean únicamente por lo que tienes no quieren lo mejor para ti, lo que quieren es competir contigo, inflarse el ego, y son los primeros en echarte a un lado si tu situación cambiara.

Tenemos que aprender a querernos nosotros primeros, a estar cómodos en nuestra propia piel, sólo así vamos a aprender a respetar a los demás y a apreciarlos por quienes son y no por lo que tienen.

Las apariencias engañan por un tiempo, pero siempre hay quienes saben ver más allá.

Y sí, algún día tendré un par de Christian Louboutin’s negros con la suela roja, pero porque me encantan, no porque nadie me dice que valgo más o menos por tenerlos.

"Prefiero ser odiado por lo que soy, a ser amado por algo que nunca seré" - @ifilosofia